La mayor parte de la población de Macao desconoce el acrónimo LGTB. La palabra «tongzhi» (同志) quiere decir literalmente «gente que comparte la misma idea» y se utilizaba como eufemismo para referirse a quien tenía relaciones o estaba vinculado con alguien de su mismo sexo. «Tongzhi» se utiliza de modo corriente en el mundo chino y, por supuesto, es una palabra que entienden la mayoría de los macaenses. Aquí, las relaciones entre personas del mismo sexo son un tabú y están estigmatizadas; las escuelas y los medios de comunicación tienden a evitar las menciones a lo «tonghzi» o la homosexualidad.

 

 

De acuerdo con lo que marca la cultura china, se espera de los jóvenes criados en Macao que se casen y tengan descendencia para continuar el linaje familiar. En las reuniones con parientes a menudo se manifiesta el deseo de que los hijos se casen, porque el matrimonio se ve, desde los puntos de vista social y cultural, como un «deber» hacia los padres.

Esto implica que, para la mayoría de los jóvenes de Macao, cumplir con las obligaciones familiares y los deseos de los progenitores está por delante que seguir los propios deseos individuales. No sólo para la comunidad LGTB; incluso los heterosexuales encuentran a veces difícil hacer frente a la exigencia paterna de entrar en relaciones románticas que desemboquen en matrimonio y descendencia.

La educación sexual que se ofrece en Macao es muy conservadora. Las «cuestiones sexuales» se enseñan en las clases de ciencia o biología, sin el objetivo de informar sobre la diversidad. La falta de comprensión por parte de los jóvenes de cuestiones como la orientación sexual, la identidad de género e incluso el sexo seguro refuerza de alguna manera el tabú. No es raro que «gay» y «lesbiana» sean utilizados como insultos en la escuela.

El grupo Rainbow of Macau («Arcoiris de Macao») ha comprobado que los legisladores macaenses en materia de educación, los profesores e incluso algunos trabajadores sociales han intentado reorientar a personas homosexuales, de acuerdo con la norma social según la cual todo el mundo debería ser heterosexual.

Ha habido profesores de más rango o más experimentados que han afirmado que pondrían fin a la discriminación contra gays y lesbianas en las aulas usando la idea general de «respeto». Puede que aún falte tiempo para que los funcionarios macaenses entiendan el significado y la idea de «diversidad», que es fundamental para que se respete a las personas con independencia de su orientación sexual.

La atmósfera de rechazo en las escuelas y la sociedad ha empujado a los jóvenes LGTB a buscar en internet tanto información como oportunidades para conocer a otros como ellos. Aunque la pornografía no debería servir como información general sobre el sexo, los jóvenes están tratando lo que ven y leen en internet como si fuesen ejemplos de la vida sexual real: pero la reticencia de las escuelas y el gobierno a incluir el sexo seguro entre los temas a tratar en la escuela no sólo afecta al colectivo LGTB sino a todos los jóvenes.

 

De acuerdo a la cultura china se espera de los jóvenes criados en Macao que se casen y tengan descendencia para continuar el linaje familiar. (Imagen de Jordi Brescó)

Para la mayor parte de los jóvenes gays de Macao, descubrir su orientación sexual y, sobre todo, vivir con ella supone todo un viaje de autodescubrimiento. Por lo general, se aprende mirando y preguntando. En 2006, cuando yo mismo tenía 18 años, la principal plataforma para que los homosexuales se conociesen entre sí era un foro de internet llamado TT1069. Enviábamos mensajes privados a otros usuarios del foro para pedirles sus nombres de usuario del chat de MSN y después las conversaciones continuaban por este sistema de mensajería, que ya ha desaparecido.

Algunos miembros de la comunidad especialmente buenos a la hora de socializar y conocer a otras personas se ofrecieron voluntarios para organizar eventos. Casi cada fin de semana había sesiones de karaoke y cenas. Estos eventos ofrecían la oportunidad de conocerse cara a cara y ayudaron a crear muchas nuevas parejas. Antes de la era de las apps de móvil, los foros online y los eventos sociales jugaron un papel importante en la vida de los homosexuales de Macao.

En tiempos recientes, las apps sociales han tomado el lugar de los foros online. Sin embargo, en una ciudad relativamente pequeña como Macao se ve claro lo pequeña que es también la comunidad: se da el fenómeno de encontrarse una y otra vez caras conocidas en la app. Un activista gay de Hong Kong me dijo una vez que había visitado Macao durante un día y había recibido muchos mensajes, sugiriendo que la comunidad de Macao tenía muchas ganas de conocer a gente de fuera de la ciudad.

Hay también un puñado de bares y karaokes enfacados a jóvenes homosexuales. Sin embargo, sólo hay un bar que se anuncie a sí mismo —sutilmente— como «gay» en su logotipo. Y además de por los casinos, Macao es famosa por sus saunas, aunque curiosamente no hay ninguna para la comunidad.

Rainbow of Macau ha tenido dificultades para atraer a la comunidad LGTB local a sus eventos sobre derechos e igualdad LGTB. Algunos mencionaban el miedo a la cobertura de la prensa y el consiguiente riesgo a que sus familias les identificaran. Sin embargo, sí han sido muy activos a la hora de responder a las encuestas anónimas realizadas por la asociación. También se da el caso de gays y lesbianas de Macao que publican fotografías participando en los desfiles del Orgullo de Hong Kong y Taipei, lo que sugiere que la gente de la comunidad LGTB de Macao acepta su sexualidad pero elige expresarse en otros lugares y no abiertamente en su ciudad de origen.

Una encuesta de Rainbow of Macau mostraba que la mayoría de las personas LGTB de la ciudad apoyan los derechos de la comunidad. En realidad, la cuestión es cuánto les preocupa o cuánto se implican. Siendo yo mismo un activista social, podría afirmar que la falta de entusiasmo por el movimiento se puede trasladar, en líneas generales, a otras cuestiones sociales y políticas. Los macaenses apreciarán que luches por derechos que les benefician pero es poco probable que se impliquen de modo activo en cualquier acción.

En general, la sociedad civil macaense es débil. La sociedad de esta ciudad no está construida sobre reglas explícitas. La gente tiende a resolver sus problemas mediante la estrategia de formar y mantener una buena relación personal con quien esté en el poder. Los grupos de «defensa» y «presión», tal y como se entienden en Occidente, no tienen lugar en Macao. En el movimiento LGTB de Macao se necesita gente que sepa defender la causa según las reglas de Macao.

 

Sólo hay un bar que se anuncie a sí mismo —sutilmente— como «gay» en su logotipo. (Imagen de Jordi Brescó)

Otra explicación para la falta de incentivos que tienen las personas LGTB para formar parte del movimiento podría estar en la ausencia de una opresión descarada. El hecho de que la orientación sexual sea un tabú quiere decir que la discriminación se produce de modo discreto: no hay prácticamente campañas visibles contra los derechos de las personas LGTB. Esto no quiere decir que Rainbow of Macau no tenga sus oponentes. Los poderosos antagonistas de la igualdad de las personas LGTB siempre se ocultan y trabajan entre sombras. La iglesia católica de Macao se niega constantemente a dar una respuesta clara a las preguntas de la prensa sobre su posición en asuntos que conciernen a la comunidad LGTB; sin embargo, fuentes fiables me han confirmado que interviene en la cuestión detrás de bambalinas.

Antes de finales de 2012 nadie había defendido abiertamente en Macao la igualdad de las personas LGTB, pero el gobierno sí que había hecho algunos progresos. Tres años antes de la salida del gobierno portugués de Macao, el Código Penal macaense fue revisado de modo significativo basándose en el modelo portugués. Se fijó la misma edad para dar el consentimiento en las relaciones homosexuales y heterosexuales, así que, para empezar, los castigos por delitos sexuales, como abuso de menores, violaciones y las agresiones sexuale,s no son discriminatorios dependiendo de la orientación sexual.

Incluso después del cambio de soberanía, el gobierno de Macao utilizó la legislación laboral portuguesa (en la práctica, un derivado de la legislación de la UE) como modelo para crear una nueva ley sobre la materia para Macao. En 2008 se elevó a rango de ley la protección jurídica de los empleados y candidatos a un trabajo contra la discriminación por orientación sexual, sin que nadie en aquel momento luchase activamente a favor o en contra de la reforma. No es difícil encontrar las huellas de la influencia portuguesa y europea en la legislación de Macao, pero, por desgracia, la ciudad está quedándose rezagada respecto a los últimos desarrollos en materia de igualdad LGTB en Occidente, especialmente por lo que respecta al derecho al matrimonio y el reconocimiento de las personas transgénero.

La comunidad LGTB tiene cosas por las que amar y odiar Macao. Por una parte, ni gays ni lesbianas tiene que oír voces que se dirijan contra ellos directamente. Y por casualidad, el gobierno te concede «sin quererlo» alguna protección jurídica, como la legislación laboral de 2008. Por otra parte, la sociedad macaense sigue siendo en general conservadora. Quienes se oponen intensamente a los derechos de las personas LGTB tienden a ejercer su influencia de modo discreto y son reticentes a entablar una conversación con los defensores de la igualdad.

Dado el pequeño tamaño de Macao, los lugares cercanos, como Hong Kong y Taiwán, sirven literalmente como vía de escape para las personas LGTB de Macao. En estas circunstancias de «opresión silenciosa», Macao necesita que más personas de mente abierta hablen sin tapujos a favor de la integración social y de una protección jurídica más fuerte para la comunidad LGTB.

 


Imagen de cabecera: Puerta en el templo Tin Hau de Coloane. (c) Jordi Brescó