Un ensayo visual que nos permitirá comprobar cómo un territorio se presenta al mundo a través de sus edificios. En la Ribera del Duero conviven una de las muestras más valiosas del románico de la península con algunas de las bodegas más vanguardistas. Lo vetusto y lo moderno conversan a través de estas construcciones de culto a Dios y al vino.

De entre todas las denominaciones de origen que se encuentran a lo largo del curso del Duero, la de Ribera del Duero es probablemente una de las más famosas. Lo es por la calidad de sus vinos, producidos en las casi 300 bodegas que se reparten a lo largo de los 115 kilómetros que separan El Burgo de Osma y Quintanilla de Onésimo. Pero también por acoger en su territorio algunas de las muestras arquitectónicas más destacadas de cuantas pueden visitarse al desviarse un poco del recorrido del río. Las más vanguardistas bodegas cohabitan con iglesias y ermitas románicas, estableciéndose así un diálogo de hasta nueve s...


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