Los ojos de Héctor Abad Faciolince transmiten una serenidad infinita alimentada por una vida de coexistencia con la violencia que ha sabido encauzar hacia la sabiduría y el sentido del humor. Su voz suena amable mientras desliza por su boca frases rotundas, cuya sensatez desarma. Héctor nos habla de literatura, de memoria, del asesinato de su padre (a quien rinde homenaje en su obra), de (in)justicia, y sobre todo, de perdón. Perdonar, que no olvidar, para regenerar una sociedad hastiada de violencia que empieza a reivindicar la vida, un concepto que hasta hace poco menospreciaba, como un derecho irrenunciable.

Este escritor y periodista, medellinense hasta la médula, al que no le gusta la palabra «carrera», se ha ganado a pulso el reconocimiento e indiscutible respeto en su camino como escritor y periodista. Es autor de artículos, cuentos, novelas, ensayos y hasta poemas. Ha creado diarios y revistas literarias, y ha traducido a autores como Lampedusa, Natalia Ginzburg o Italo Calv...


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