Dice Virginia Mendoza, gran conocedora de Armenia, que para los armenios todo es de origen armenio: Adán, Stonehenge, Obama, Jesucristo e incluso ella misma. Este divertido texto cartografía desde una perspectiva sociopolítica la sociedad armenia y muestra como sus deseos chocan con su cruda historia. Una tierna crónica sobre un vacío, una pérdida.

Harut Manukyan sale a buscar trabajo en Los Angeles, donde vive. Y qué mejor compañía que la de su anciano padre, un señor muy armenio que no habla inglés. De camino a la entrevista de trabajo, el padre pregunta al hijo: «¿Alguna vez has escuchado que Jesucristo era armenio?». «Sí, muchas veces, pero siempre venía de ti», responde Harut. La escena pertenece a la serie de dibujos animados Moolt, pero parece representativa de la cultura armenia: para los armenios, todo el mundo es de origen armenio, incluida yo.
En un pueblo muy próximo a Ereván conocí a uno de los últimos supervivientes del genocidio perpetrado por los Jóvenes Turcos en el I...


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