Viajes dibujados es el nuevo monográfico especial de Altaïr Magazine que contiene 14 viajes reales dibujados, crónicas ilustradas de no ficción. Un viaje de viajes que recorre el mundo con dibujos para contar historias de otro(s) modo(s).

 

¿Qué pasaría si… hiciéramos un número especial de Altaïr Magazine dedicado a los viajes dibujados?

¿Qué pasaría si… creáramos un Altaïr Magazine diferente lleno de viajes reales en viñetas, con crónicas ilustradas de no ficción?

¿Qué pasaría si… nos acercáramos a la crónica de viajes a través del periodismo ilustrado con idea de explorar los novedosos caminos que propone para transmitir, de manera honesta y flexible, experiencias vividas?

El resultado de la búsqueda de respuestas a estas preguntas se titula Viajes dibujados y es un número especial de Altaïr Magazine que contiene 14 historias. Se trata de un viaje de viajes que recorre el mundo a través de historias de no ficción con dibujos que refuerzan nuestra capacidad para reconocernos en la cara de los demás y nos invitan a mirar el viaje como una herramienta cultural clave para contar el mundo de otro(s) modo(s).

 

 

Durante este viaje vamos de Nicaragua a la Patagonia; de Nueva York a Irak y Sudán del Sur; de México a Florencia y Moscú; de Guinea Ecuatorial y Australia a Barcelona, de Beirut a Berlín. Recorremos un planeta de historias con todo tipo de estilos y técnicas muy diversas que sirven a sus creadores para contar grandes y pequeñas historias. Como escribe Jorge Carrión —asesor editorial invitado para este número especial y autor de un ensayo en forma de prólogo que abre nuestra publicación— este tipo de periodismo es: «Un cómic que se expresa sobre todo en viñetas dibujadas, con recuadros de texto y con bocadillos; pero que incorpora sin problemas fotografías o fotogramas, cartografía y diseño gráfico. Porque, tras un siglo de vigencia, el collage se ha convertido en la principal lógica compositiva de nuestra época de cut and paste».

Es un número especial en el que ha resultado fundamental el trabajo de Mario Trigo que, junto al denodado trabajo de todo el equipo de Altaïr Magazine, con mención especial para el trabajo visual de Paula Galindo, han construido un atractivo artefacto cultural y periodístico en el que hemos contado con trabajos inéditos de grandes artistas como Peter Kuper, Zeina Abirached, Sarah Glidden, Miguel Gallardo, Olivier Kugler, Aude Picault, Marcos Prior con Eloy Fernández Porta, Gabi Martínez junto a Tyto Alba, Susanna Martín, Carla Berrocal, Ramón Esono y Pere Ortín, Mario Trigo dibujando una historia de Xavier Aldekoa, Amanda Mijangos, Pere Joan con Agustín Fernández Mayo.

Son historias de viajes dibujados, sí, pero, con sus enfoques y miradas alrededor de la vida, también desafían (a propósito o no) la narrativa hegemónica del mundo: crónicas, reportajes, fotos y vídeos de los reporteros convencionales.

El periodismo dibujado engendra forma a ideas igual de serias y honestas que el convencional, pero más rompedoras, libres y atrevidas; menos convencionales, mucho menos ortodoxas, más interesantes.

En la redacción de Altaïr Magazine y como aficionados que somos a la narrativa en viñetas, nos resulta muy satisfactorio el auge que parece vivir el cómic periodístico con sus novedosas prácticas que juegan con diferentes estrategias narrativas, puntos de vista, técnicas y protagonistas. No sé decir si este camino podría conducirnos al florecimiento de un «nuevo nuevo periodismo dibujado» que construya nuevas lógicas narrativas más allá de esas palabras gastadas por tanto uso. Me gustaría pensar que sí.

¿Por qué? Pues como periodista y lector de cómics desde mi juventud, siempre he pensado que los dibujos le ofrecen al periodismo una mucho más versátil manera de afrontar las narrativas de lo real. El dibujo te permite imaginar y fijar un espacio móvil —más creativo y dinámico en la interpretación— para abordar la reflexión sobre los sentimientos al hilo de los dibujos, y no necesariamente centrado en letras que contienen ideas.

Hace muchos años que me fascina la capacidad que tiene un dibujo para transmitir experiencias, también su flexibilidad para escapar a las fronteras genéricas que atenazan tantas historias periodísticas. El dibujo convertido en un medio que, desde una posición honesta, rigurosa y veraz, cuenta el viaje de la vida con el rigor, la profundidad y la imaginación que requiere el gran periodismo.

El dibujo periodístico refuerza en mí el sentimiento liberador que todos sentimos al pronunciar la palabra «yo». El dibujo periodístico apuntala en mi cabeza —cada vez más— la idea de que no somos «traductores» de la vida de nadie, ni tampoco «agrimensores de la realidad». Al contrario, podemos ser y somos en muchos casos honestos y veraces «inventores de futuros posibles basados en hechos reales», como le oí definirse una vez en su dimensión de periodista al gran inventor de aforismos y escritor mexicano Juan Villoro.

Cansado de un periodismo internacional concebido y creado «rápido y furioso», como placebo existencial para sus autores, lectores y espectadores, el periodismo dibujado me aporta una visión diferente de la atractiva complejidad de nuestro mundo: con su lentitud de producción y su mirada microscópica me ayuda a poner en cuarentena esas condenas de tipo moral habituales en las historias de los reporteros que disparan clichés a precio de saldo.

La apuesta del Viajes dibujados de Altaïr Magazine —un número especial editado en colaboración con Norma Editorial— se puede calificar de atrevida en un panorama editorial como el español en el que, a diferencia de lo que sucede en otros países de nuestro entorno como Francia o Italia, casi no existen publicaciones periodísticas serias que apuesten por el periodismo dibujado.

A partir de la lentitud y el refinamiento, con Viajes dibujados de Altaïr Magazine proponemos un periodismo en dibujos que nos ayude a reconocernos en la cara de los demás, a valorar los trazos de lo distante en lo próximo; a domesticar lo que no nos resulta familiar; que nos invite a lidiar con todas las contradicciones que guardan nuestras cabecitas.

Pasen y vean… y (esperemos que) disfruten.

 

 

 

Pere Ortín

Director de Altaïr Magazine

 


Imagen de cabecera: fragmento de la ilustración de Miguel Gallardo, portada del número en papel