Namibia, situada al sur de África entre el desierto del Kalahari y el Océano Atlántico es una tierra de contrastes. Hace unos meses volví a visitar este país extraordinario. Había pasado un cuarto de siglo desde mi primer viaje. Pero, para la Welwitschia mirabilis, esos 25 años son apenas un instante en su larga y singular vida.


1. WELWITSCHIA MIRABILIS

La Welwitschia mirabilis es una de las plantas más extrañas que existen. Solo se encuentra en el desierto del Namib y en su continuación al sur de Angola. Se calcula que algunas de las Welwitschia tienen más de mil años de edad. Hay incluso expertos que aseguran que alguna llega a los dos milenios. Tiene un único tronco del que nacen dos hojas que crecen hacia los lados a un ritmo muy lento y se van retorciendo por el suelo pedregoso. Cuando la observas en medio de un terreno tan seco y hostil, te preguntas como es posible que pueda llevar allí tanto tiempo.

2. ELEFANTES DEL DESIERTO

En uno de mis últimos viajes a Namibia el objetivo eran los enigmáticos elefantes del desierto. Viven en la región de Kunene, frente a la Costa se los Esqueletos. Pude observar a los elefantes de cerca mientras acampaba en los ríos secos donde habitan. Estos elefantes guardan marcadas diferencias físicas y de comportamiento con los elefantes de la sabana y están adaptados a un entorno extremadamente árido. Excavan pozos en el suelo para conseguir agua y si hace falta se desplazan cientos de kilómetros para buscarla. Pueden pasar varios días sin beber. Desde las cumbres de las colinas cercanas es fascinante ver a estos elefantes comiendo los brotes de los árboles que hay en los cauces secos de los ríos.

3. BOSQUE DE ALOES

Hay muchas plantas singulares en Namibia. Entre ellas destacan varias especies endémicas de Aloidendron que se conocen en el idioma local como kokerbooms. En castellano se traduce como árbol de aljaba. El motivo del nombre es que los pobladores san utilizaban las ramas de los aloes para hacer fundas (aljabas o carcajs) para sus flechas. Caminar entre árboles en este extraño bosque rodeado de rocas es toda una experiencia. Al atardecer, muchos están llenos de aves ya que utilizan sus ramas para hacer los nidos. Estos Aloidendron se encuentran en varias zonas de Namibia, pero es cerca de Keetmanshoop donde hay un bosque declarado monumento nacional del país.

4. SOSSUSVLEI

Las míticas dunas de Sossusvlei, en el Parque Nacional de Namib-Naukluft, son quizás la estampa más reconocida de Namibia. Están alimentadas por las arenas del Namib, uno de los desiertos más antiguos de la Tierra. En la base se forma una especie de lagunas secas conocidas como pans. Provienen de una antigua base lacustre, desecada y cubierta por una costra salina de color blanquecino. Alrededor de ellas, se erigen algunas de las dunas más altas del mundo, con un característico tono anaranjado o rojizo que le da la presencia de hierro en la arena.

5. ESPEJISMOS

A veces, vale también la pena hacer fotos en las «peores» horas del día. Cuando el sol está en lo más alto y la luz es más dura. En esos momentos los espejismos se convierten en realidad. Juraría que allí tiene que haber agua.

6. ETOSHA

Etosha es una especie de isla llena de fauna en el norte de Namibia. Mientras espero a que los animales vengan a beber a las charcas de agua, observo como las enormes patas de un elefante enmarcan a una gacela saltarina. Mientras beben, la mayoría de herbívoros son muy vulnerables. El poderío físico del elefante hace que sea temido por muchos de los depredadores de la sabana. Por eso, víctimas usuales como esta gacela aprovechan la presencia del paquidermo en los puntos de agua para beber.

7. COSTA DE LOS ESQUELETOS

La Costa de los Esqueletos de Namibia es una zona con mucho oleaje, fuertes vientos y muy despoblada. Más de mil kilómetros de costa casi recta frente al Océano Atlántico. El nombre le viene de los huesos de ballenas y lobos marinos que son abundantes en unas aguas tan ricas en vida marina como estas (le puso el nombre a mediados del siglo pasado en un libro del escritor John Henry Marsh). La gran biodiversidad del océano (pueden verse incluso pingüinos) se debe a la corriente fría de Benguela. Por esa riqueza, se convirtió también en un caladero para la pesca industrial desde hace décadas que ha causado un fuerte impacto y la reducción de muchas especies. La mala mar y la niebla espesa ha provocado numerosos naufragios. Algunos de esos barcos malogrados se pueden encontrar en muchas playas en las que pueden llevar 20 o 30 años.

8. BAOBAB

El baobab es mi árbol preferido. Recuerdo preparar varios viajes al continente africano en su busca. Nada mejor que contrastar los paisajes secos del sur de Namibia con los del norte, como dar un paseo por el Caprivi Strip en la frontera con Angola y Botswana. Fue una sorpresa encontrarme con este baobab, justo después de la estación de lluvias.