Camino esquivando coches y carros tirados por caballos que parecen no tener ningún miedo a llevarse por delante a los peatones. Mis pasos intentan no pisar la basura que campa por cada rincón. Mis pies, después de una hora, lucen un color no muy agradable. Empiezo a entender por qué los habitantes de esta gran ciudad calzan zapatos cerrados y no sandalias a pesar de los casi 40 grados en pleno mes de abril.
Welcome to Egypt! Grita un joven conduciendo un «motocarro» lleno de sacos enormes.
Estamos en la ciudad de El Cairo, Egipto y mi destino no serán las pirámides, sino el barrio Zabaleen.
En la capital Egipcia con 10 millones de habitantes los residuos no son recogidos y reciclados por empresas privadas, sino que son recogidos, almacenados y reciclados por los propios habitantes de este barrio.
Estos recolectores de la basura son en su gran mayoría coptos, nombre con el que se conoce a la comunidad cristiana en este país. Por ello, mientras uno camina por este barrio que ca...
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