Entre el 2010 y el 2011 los países árabes se vieron sacudidos por la denominada Primavera Árabe. En el mes de diciembre de 2010 la inmolación de un joven vendedor ambulante, Mohamed Bouazizi, en la localidad tunecina de Sidi Bouzid fue el detonante de una serie de protestas y manifestaciones que alteraron el panorama político en el norte de África y Oriente Medio. Regímenes plenamente asentados desde hacía décadas se tambalearon de repente. En algunos casos, la simple movilización de la ciudadanía provocó un cierto colapso en unos estados que se presuponían sólidos. En algunos de ellos las respectivas revoluciones lograron algunos cambios significativos, como en el caso egipcio con el derrocamiento del rais Mubarak tras tres décadas ostentando el poder. Otros líderes cayeron junto a él, como el libio Muamar el Gadafi, líder de la Yamahiriya y Guía de la Revolución, encumbrado en la presidencia desde el golpe de estado que protagonizó a finales de los años sesenta y linchado hasta morir...
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