Esta es la segunda parte de la crónica 'Regresé a México'. Puedes leer la primera aquí.
—Crucé hace 27 años —en los noventa—, pero yo soñaba mucho con mi hijo mayor. Había tenido un accidente aquí en México y yo no lo sabía. Solo soñaba con él y un día le dije a mi marido no sé qué pasa, voy a regresar. Fíjate que uno de mis hermanos me dio los papeles, pensé en quedarme a trabajar y que mi esposo regresara a ver a los niños, pero no quiso, me dijo que si hacíamos así al ratito mis hermanos le iban a avisar que yo me había ajuntado con otro —sonrió y miró sus manos detenidamente—. Recuerdo que me dijo nos vinimos los dos y nos quedamos o nos vamos los dos. Así fue.
—¿Regresó a México?
—Sí, es que mis hijos se quedaron con mi mamá —cuando Clara Agustina se fue, su hija mayor tenía unos 14 años y le tocó cuidar a los cuatro hermanos menores que tenían 9, 7, 6 y 3 años—. Aunque la verdad que no me fue mal, pero a veces uno se aburre porque, por ejemplo, yo empecé a trabajar en una factorí...
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