El flâneur, ese paseante ocioso y atento que enunció Baudelaire y desarrolló Walter Benjamin, sigue siendo relevante para entender y explicar nuestras ciudades. Pero, ¿y su variante femenina? ¿Cómo se relaciona esta figura literaria con los escollos que tuvieron que superar las mujeres europeas para acceder a las calles en pie de igualdad?