La comunidad Cham está formada por casi trescientos mil camboyanos musulmanes instalados en las orillas del Mekong. Tradicionalmente, su vida ha estado volcada en las aguas de este río, aunque en la actualidad estos humildes pescadores deben sobreponerse a la desigual competencia de las granjas de pesca industrializadas. Los Cham viven sumidos en una encrucijada entre mantener viva su tradición y hacer lo que esté en sus manos para que los suyos sobrevivan. 

A comienzos de abril, poco después de las dos de la madrugada, el bote de Sami se volcó por las olas del río Mekong y todas sus pertenencias cayeron al agua; incluida Lydie, su hija recién nacida. «Así sin más, desapareció», recuerda la adolescente de 16 años.

Sin poder conciliar el sueño, mientras el viento desgarraba la lona que hacía las veces de refugio precario ante las inclemencias del clima, Sami pasó las dos horas anteriores sentada, con las rodillas en el pecho, deseando volver a la orilla. Mientras la tormenta b...


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