Acá no hay nada para ver. Es la llanura, un lugar liso y sin sorpresas, estéticamente pobre: un vacío.
Eso vieron los españoles cuando llegaron. Más allá de unos ríos enormes que servían para transportar hombres y mercancías, acá no había nada: ni bosques ni metales, sólo maleza. Era poco receptiva esta tierra sobria y extensa; la llamaron la pampa, que en quechua significa «espacio sin límites» y se convirtió en metonimia de la Argentina para los extranjeros.
Nosotros no usamos esa palabra, le decimos el campo o la llanura porque la pampa es otra cosa. En la escuela era una provincia en el mapa, una región productiva y un nombre literario para la poesía tradicionalista.
Cada comarca en la tierra
Tiene un rasgo prominente;
El Brasil su sol ardiente,
Minas de plata el Perú,
Montevideo su Cerro,
Buenos Aires, patria hermosa.
Tiene su Pampa grandiosa,
La Pampa tiene el ombú.
En esos poemas había pampa y gauchos y ombú. En el pedazo de mundo que yo habitaba, no. Los hombres de c...


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