Néi hóu, Bem-vindo! La gente corre de aquí para allá. Bullicio. Ritmo frenético. Has llegado a Macao, la ciudad del juego, el vicio y el dinero. También la de la creatividad; la de la vida. La del hedonismo, como prueba su gastronomía tradicional, pero también la de la fusión y la de la influencia puramente china. La del olor y sabor a pescado fresco, la de los gritos del mercado y la comida para llevar.

Macao —y sus dos mundos, conectados por diversos medios de transporte— parece que siempre está en movimiento. Tantos lugares por los que perderse. Tanto que visitar... que ¡mejor será seguir a la multitud para ver hasta dónde te lleva!
 

 

Imagen de cabecera: Vista de la Rua de Felicidade desde el Pátio do Ídolo. (c) Jordi Brescó

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