Jens Martin Knudsen era un jugador fuera de lo ordinario. Le tocó intentar minimizar las goleadas encajadas por su selección nacional durante 20 años, vistiendo un gorro de lana por los mejores estadios europeos. Fue una figura clave en el desarrollo del fútbol feroés, que vive su mejor momento. Aunque el mejor de todos está aún por llegar.