Alexéi no pone ninguna objeción cuando le pedimos que nos lleve a la frontera, y eso que es ilegal que los extranjeros accedan al área restringida de frontera si no es para salir o entrar en Rusia. La frontera es una zona militarizada de un perímetro de ocho kilómetros de ancho. Desde Kirovskiy, el área de exclusión empieza en el pueblo llamado Markobo. A partir de Markobo, varias señales advierten que nos encontramos en una carretera fronteriza, y que debemos dar la vuelta si no tenemos intención de abandonar el país. Pasado un kilómetro, aparece el primer puesto de control del ejército. Damos la vuelta sin problema porque la carretera no está transitada; solo muy de vez en cuando pasan camiones militares. A uno y otro lado se ven torres de vigilancia camufladas en el bosque.

La misma situación que se repite en la ciudad fronteriza siguiendo hacia el norte de Lesozavodsk. Kilómetros de territorio militarizados sin rastro de chinos. A partir de Lesozavodsk, el río Ussuri deja de ser...


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