La explosión reciente de nuevas rutas en las diferentes franjas de los Pirineos ofrece a los amantes de la montaña todo tipo de posibilidades, desde seguir las pisadas de los últimos osos pardos hasta emular a contrabandistas o pastores. Y siempre con la perspectiva de un acogedor refugio al final del camino.
Cuando intuimos que se acerca el buen tiempo, empieza a llegarnos la información. De boca en boca o en las páginas de alguna revista especializada, acabamos enterándonos de las novedades e incorporaciones a los numerosos recorridos que nos llevarán por los diferentes refugios de los Pirineos, ya sean en su vertiente española o francesa, en sus franjas catalana, aragonesa o navarra.
Hasta hace no demasiado, cuando los montañeros pensábamos en hacer por esta zona una travesía larga que incluyese el paso por un refugio o albergue, había pocas oportunidades fuera de las opciones de siempre. Esencialmente, las grandes rutas GR-10 y GR-11, dependiendo de la vertiente (norte o...
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