La pequeña tiendita de Gudrun&Gudrun aparece calle Niels Finsens arriba. Paredes blancas y ventanales que iluminan los últimos trabajos en lana que están a la venta. Faldas de grandes agujeros y tejido suave. Contrastes de punto y vinilo. La oferta de la tienda es grande en relación a su tamaño; pero aunque son muchísimas las prendas de ropa que cuelgan de sus paredes, o esperan dobladas sobre sus mesas de cristal, el espacio tiene algo de diáfano y elegante. Son las dos de la tarde en la capital, Tórshavn, que se posiciona como la ciudad más poblada de las Islas Feroe con 20.000 habitantes. No para de entrar y salir gente: una mujer se interesa por unos calcetines. Otros hacen un encargo que parece muy especial (aunque la imaginación puede más que el feroés) y la dependienta sube escaleras arriba para buscar varios retales entre los que eligen un color sepia. Ahora Gudrun&Gudrun está de mudanza. Han abierto un outlet justo enfrente, en el edificio granate estilo ecléct...


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